Entre Lunas de Tiza

Sus enormes ojos quemaban como mil soles, su risa inundaba mis labios, su mundo rozaba el mio, pero no acababa de encontrarle.

No le recuerdo desde el primer dia, pero sí desde siempre, con su impecable cabello oscuro, su rostro invernal y su mirada ajena y ausente.

Nunca quise seguirle pensando mientras pasaban los años y las gentes, mientras la primavera amainaba y emergía triunfal el verano, nunca quise, pero le seguí pensando.

Le sabía perdido aun sin hablerle hallado, extraño a mi tiempo, ajeno a mis risas, pero silente como yo y navegante de otros lares.

Cronos fue implacable como siempre, pero el mundo es demasiado pequeño, como zaeta quel fatídico dia al dar la vuelta la esquina, le vi sin que me viera, prendado y poseido, me habló sin saberlo.

El y yo seguimos caminando, mientras las hojas y los copos caian, mientras el pasto verdeaba y las flores abrían, hasta que en una tarde cobriza las luces relampaguearon su nombre y fulminaron mi mente irrascible.

No se como explicarle, pero me sorprendi esperandole sin esperarle, trasnochando y viviendo a prisa, le amaba en las vigilias, le soñaba despierta, embriagada de miel, perdí la conciencia.

La Tierra pareció detenerse mientras su historia y la mia comenzaron a mezclarse, la noche acunaba nuestras letras, las tardes confundian entre sielencios las verdades, no podía debatirme en su indolencia.

Todo seguia corriendo a mi alrededor, hasta que una gélida velada de invierno, sus ojos cayeron inmersos en los mios, su silueta errática estuvo tan cerca de la mia, sus manos se posaron en mi espalda y su boca se fundió en la mía en un instante sempiterno… la vida se detuvo, acabó y nació ese dia, la verdad se erigió incolumne en mi alma, le amé entonces y le amo hoy dia, mas alla de los numeros y las letras, mas alla de las gentes y sus mentiras, mas alla de todo, lo amo y lo amaré siempre, mas alla de la vida y entre lunas de tiza.