Tú que me volviste tan amarga como el ajenjo
tú que me volviste tan yerta como arena
olvida mi nombre y el mundo
que inventé bajo lunas de tiza
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las palabras a veces calan como zaeta las fauces de la verdad,
pero las mias, no buscan destrozar el mundo,
sino pintarlo del color con que ven mis ojos asombrados de luces y fango
No hay comentarios:
Publicar un comentario